domingo, 10 de abril de 2011

Él era el hijo mas pequeño, tenía siete años y como todo hijo pequeño era el mas mímado, pero designios de la vida y la falta de responsabilidad de sus padres hicierón lo inesperado, así es, siete años después de que el mas pequeño había asomado la coronilla a este mundo, llegó un nuevo hijo menor, desterrandolo de aquel confortante lecho que ya disfrutaba y del cual ya estaba acostumbrado, se fuerón los mimos, los escasos regalos, las condecendencias, en resumen, se terminó la atención, ahora el era el "chiquito", el nuevo chiquito.

Había ciertos celos hacía sú hermano pequeño, una ocasión dandole unos giros, le golpeó la cabeza con la pared, de una regañíza no se salvó, pero no conforme con eso mañosa y alevosamente el hermanito, tomo un palo de escoba y lo rompió en su cabeza con saña y malaintención, desafortunado evento, como muchos otros en la niñez del nuevo hermanito, del que le quitó esa buena fortuna de poder haber sido el menor.

De uno a uno se fuerón los años y de manera forzada ó costumbrista ambos se unierón, el tenía quince años, el menor ocho, parecía que se entendían mas ó menos bien, lidiaban ambos con cuatro hermanos mas en una relación de poder entre todos, que era difícil, él muchas veces lo recogía de la  escuela y lo llevaba a los videojuegos, ambos se divertían y aunque en ocasiones él se enojaba por que perdía y no quería hablarle a sú hermano pequeño, no dejaba de demostrar preocupación por lo que pudiera pasarle.

Sú primera novia ó al menos a la primera a la que quisó, lo hizó dejar a un lado las salidas con el menor, así que sin saberlo, le enseño que las cosas buenas no durán siempre y que para la gente no siempre será el mas importante, él sufrió tiempo después por aquella novia, fue difícil, quisó regresar a las salidas con aquel hermano menor que ahora se dió cuenta, había crecido, seguramente le dolió, seguramente también encontro la mejor forma de sobrellevarlo y seguramente entendió que así tenía que ser.

Él tomo una responsabilidad que no le correspondía en cuanto cumplió la mayoría de edad, se hizó cargo de la familia y trabajaba para ayudarles cuando sú padre se fue, tomo la misma responsabilidad cuando su madre se accidento, la llevaba al doctor y trataba de enseñarle a su hermano que era lo correcto, él era algo así como un "campeón sin corona", como los que hacen bien las cosas y no se les reconoce, a los que se les recuerda mas por las cosas malas que por las buenas, su carácter no le ayudaba a lidiar con su madre y por eso mismo era que no se le reconocía lo que hacía, cierto es, que de repente se torna enojón y con un humor un tanto fuera de lugar, caía a veces en lo vulgar y agresivo, pero sin duda alguna es una gran persona.

Se convirtió por algunos años un ejemplo para su hermano que ahora de menor no tenía nada y por unos meses en su consuelo cuando entre aquellas paredes de concreto, cerrojos y hombres monocromaticos, aguanto su llanto para darle fuerza y le prometió nunca faltar a una sola visita,  horas especiales y mucha paciencia, fue lo que le dedico esos diez meses y dieciocho días... treinta y tres años han pasado, desde que conoció a quién lo despojó del puesto de hijo menor y treinta y tres años después de alguna manera buscó ofrecerle un reconocimiento como hermano, através de estas líneas, através de mí...pienso que tal vez nunca lo lea, pienso que posiblemente no signifique el mismo reconocimiento como el de su madre ó la familia en general pero sí algo aseguro es que este reconocimiento, de manera personal es de los mas sinceros que podrá tener.

"La primera forma que tenemos frente a nosotros de como relacionarnos es la familia, el primer contacto de la amistad son nuestros hermanos, buena ó mala amistad pero es la forma mas pura de como adoptaremos una relación con los que serán nuestros amigos en lo sucesivo, sin embargo con el paso de los años, nos olvidamos de esa primera amistad y esa forma pura y real de nuestra vida se desdibuja y se vuelve tan tenúe como el vapor de nuestro aliento."

Anónimo.
Te miro con ansías como el primer día, te miro descubriendo lo que hay en tí, como si no lo conociera, como sí fuera la primera vez, te miro y me enternesco, te miro y la felicidad no me cabe, te miro y la memoria me falla me traicioná, por que no recuerdo la última vez que te ví así de hermosa.

Te miro sin juzgarte y sin encontrar un solo defecto en tú maravillosa personalidad, te miro y te miro y te miro y te miro, sin decir nada, sin necesidad de hacer algo, simplemente mirarte, te abrazo con la mirada y me siento a tú lado, trato de decirte cuanto te amo con solo mí mirada...