viernes, 17 de junio de 2011

A veces me acuerdo de tí, cuando estoy en el ocio y mí mente no encuentra refugio de mí, cuando la lluvia desprende los olores de la tierra que moja y las gotas recorren las hojas y el pasto, así como finos dedos la espalda del amante.

A veces me acuerdo de tí, cuando el sol cae a plomo y me sofoca y me quema, como sí fueras tú envolviendome, restregandote en lo mas profundo de mí, como las ganas que me funden los labios para no pronunciarte, para hacer como si no te recordará.

A veces me acuerdo de tí, con las miradas, con las risas de las jovenes parejas despreocupadas de la vida y el entorno, con las esquinas solitarias que nos escondían y nos solapaban, con los pies hinchados de buscarte cada minuto del día.

A veces me acuerdo de tí, con los colores, con el rojo de tus labios y el negro profundo de tu cabello, con el beige pálido de tu piel y el café que vierten tus miradas, con el ridículo y cursí rosa con el que la vida pasa a tu lado.

A veces me acuerdo de tí aún estando dormido y me envuelvo en las sábanas, apretandolas, aferrandome a su tejido, como si tu esencia prevaleciera, te arranco de mís sueños sin exito al despertar, sin nunca poderte materializar de ellos.

A veces me acuerdo de tí cuando sin querer rozó mí mejilla contra el vidrio de la ventana, cuando mís manos acarician mí propia imagen reflejada en el vidrio, desdibujada, transparente, así como tú la miras.

A veces me acuerdo de tí... cuando dejó la calma y me entrego al delirio, cuando vivo mí realidad y la huelo y la palpo y la degusto con voraz apetito, con euforia, cuando todos se alejan y estoy ahí, en ese lugar que te puedo encontrar y soborno a mí demencia para unir una a una tus partes y esperarte a mí tacto, pero me acuerdo que eres como la canción que nunca escuche ó el lugar en el que nunca estuve... A veces me acuerdo de tí y se me olvida que no existes y se me olvida que te recuerdo en esa oscura parte que los demás llaman locura.