sábado, 10 de julio de 2010

Tenía unos dieciseis años mas ó menos, eran como las dos ó tres de la mañana y me desperté con una sensación de vacío y angustía, he tratado por varios años de acordarme que soñé sin conseguirlo, pero lo que sí recuerdo es esa sensación y me puse a pensar en mís hermanos y mí madre, en sus trabajos y en su situación, en la forma en que mís hermanos se esforzaban por salir adelante, mí hermano doblando turnos durmiendo muy pocas horas a la semana, no tenía mucho tiempo que mí hermana había cambiado de empleo y no se encontraba muy conforme con ello, mí madre con las secuelas de las fracturas de sus tobillos, mí otro hermano trabajando y estudiando y mí hermana siempre buscando la forma de sacar adelante a mí sobrino y a mí sobrina.

No pude contenerme y comencé a llorar, pensé en que iba a hacer todo lo posible por que algún día ellos jamás volvierán a trabajar, no tenía idea de como, aún ní sí quiera terminaba la prepa y menos tenía idea de que demonios podía tomar como licenciatura, vamos, ní siquiera tenía idea sí iba a estudiar una licenciatura, no tenía nada y eso dolía y me hacía sentir un inútil.

Mí mamá se despertó y me pregunto que tenía, solo pude decirle que quería ayudarles, que no quería verlos trabajar nunca más, ella sonrío y me dijó que en algún momento lo iba a poder hacer, tal vez no al grado de que ya no trabajaran pero que me tranquilizara, algún día les ayudaría.

Han pasado el doble de años desde aquella noche, aún no he conseguido lo que en aquel momento me propusé,  he necesitado mucho de ellos, no quiero sonar adulador ó exagerado, pero me han dado cada uno lo mejor de ellos, con todo y que cada uno tiene su propia familia, siempre estan ahí para ayudarme, me muerdo los labios de pensar que no he podido hacer algo mas por ellos, sin embargo no olvido ese día, no olvido mí promesa y no pierdo las ganas de en algún momento que esa promesa sea su realidad.

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