sábado, 2 de marzo de 2013

Esa vez abrí la lata de comida y la preparé en tu plato, la puerta de atrás estaba abierta y asomabas medio cuerpo dentro de la casa, fue cuando supé que te amaba, la atención la tenías puesta en tu comida, tenías una inocencia marcada en la mirada que no puedo describir.

Tus orejas negras en un subir y bajar seguido mientras caminabamos al parque, los lugares que obligadamente te detenías a oler, el pasto que buscabas para revolcar tu espalda, tu gracioso andar cuando veías un amigo con quien jugar, como el de un caballito de feria, tus brincos de felicidad cada que nos acercabamos a la puerta para pasear, tu sincera forma de mirar.

Ya no estarás aquí, ya no habrá noches de hot cakes que sepan igual, ní ladridos intensos a la hora de la comida,tu burro de peluche también descansará de tus bajas pasiones, tu casa ya esta en dos y tus cobijas dobladas.

Te doy las gracias, porque me  díste mucho en poco tiempo, me díste lo mejor de tí, me díste tu amor, espero te vuelva a ver en otro momento, espero que hayas sido feliz, tanto como yo contigo, te voy a extrañar, te voy a extrañar mucho Bocker.


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