Cruzo la pista, zig-zagueo las mesas mientras Polo-Polo se refina el de la cucaracha, llego a la mesa y me encuentro con "El Caballo Rojas" y Luis De Alba, los dos gueyes muy mamones enfundados en frack negro y corbata de moño, muy extraño ver dos personajes así, vestidos de esa forma, se levantan me saludan muy amablemente y se van.
-¿Que pedo con esos gueyes?
-Nada tú tranquilo ¿que tal Sasha? exquisita lencería ¿no?
-Pues, sí, lástima que se la llevarán.
-¿Por que? seguramente algo te dijó, mira, todos los que estan aquí si algo deben de respetar es la discreción con los invitados.
-Supongo que sí pero ¿Quién es el "Jefe", por que me trajiste aquí? habiendo tanta celebridad, ¿Por que no hay politicos? es más ¿Dondé chingados estamos? neta, ya dime que pedo con este lugar guey.
- Todo a su tiempo, el Jefe no tarda en llegar, te traje aquí por que este lugar cambiará tú vida, miralo de esta forma te estoy presentando una oportunidad que no todos tienen, aquí no hay politicos por que este lugar es para tí, para que te identifiques y te sientas a gusto, un politíco estaría fuera de tús gustos y estarías incomodo, ellos, digamos se encuetran aparte y estamos, como ya te dijé, en el lugar correcto, solo falta la hora correcta para tí.
-No mames cabrón ya me estas asustando, confié en tí, no quiero que me pase nada, mí familia me necesita guey.
-Tranquilo despues de hoy tú familia no necesitará nada y tu menos, mira, a falta de Sasha, a quien te ponen.
Volteó la mirada a la pista dondé la luz ambar deja notar de manera tenúe sus facciones, su cuerpo es inconfundible al menos para mí, se me acerca Verónica Castro ofreciendome cigarros ó cualquier tipo de servicio que apestesca, hago a un lado a la chaparra y solo veo como ese cuerpo que podía solo admirar en las telenovelas estúpidas se desliza de arriba a bajo por el tubo, Lorena Rojas mas que ser un sueño erótico, para mí era el estereotipo de mujer que quisiera tener, daría mí alma con tal de tener la de una mujer como ella, con un bra negro de encaje y detalles grises, tanga negra con los mismos detalles y un fino y delineado tatuaje tribal en la parte baja de la espalda, acaricía su cabello, lo alborota, que mujer, hasta me olvido del miedo que empezaba a sentir al ver esta mezcla de baile y movimientos sugerentes a cualquier cochinada que piensan la mayoría de los que la vemos, desabrocha muy lentamente el bra mientras se arrodilla de frente a mí, con una mano lo arroja a un lado mientras la otra la resbala por su abdomen hasta su entrepierna al mismo tiempo que echa el torso hacía atrás apagandose por completo la luz.
-Esta vieja todita se entregó a tí, vamos apurate en lo que nos traen la botella, que te haga un privado.
Es mas mí calentura y mí emoción que mí raciocinio, llegamos a la entrada de los vestidores, ella voltea y me da la impresión que me sonrie antes de que Jorge Rivero se interponga en la entrada al igual que ... ¿El chapulín colorado? esto si que es ridículo, solo acabo de pensar en esto cuando una voz fuerte de mujer se escucha através de una exhalación de humo, "Dejalos pasar Jorgito y llevate a tú estúpido acompañante que solo da lástima", el olor a puro se vuelve penetrante, intenso, así como el whisky que lo acompaña, es nauseabundo,
-Ahora sí Carlitos ¿Como estas? veo que pudiste traer a tan agradable y atractivo joven con nosotros, me atrevo a decir que es mas bello que tu cuando por primera vez veniste, hace tanto de eso que parece ayer.
-Buenos recuerdos María, conservas el estilo aún sabiendo que estas solo al servicio de alguien mas, como todos.
-Claro, pero lo sabes bien, que entre todos y nosotros, existe una inmesidad de diferencia.
-Pero al fín y al cabo solo somos sirvientes, en fín venimos por Lorena.
-Ah mira que conveniente y que diminuta coincidencia, el jefe pidió que enseguida que terminara, fuera con él, así que si lo desean pueden pasar de una vez, Silvia los puede acompañar, yo misma lo haría, pero aún no me atrevo a descuidar a mís mujeres con tanto albúrero y pelagatos de segunda tan cerca.
-Que atenta María ó debería decir que necesitada de exhibirte ante los pelagatos de segunda, en fín.
-¡Chaval! cuidado con lo que decidas, estas dentro y con un embustero y mequetrefé de primera, decide bien que por mí parte podrías ocupar un lugar a lado de mí Jorgito, en lugar de ese payaso con martillo amarillo.
-Gracias Sra. Felix, con permiso Sra. Pinal.
-Pasen por favor, no hagan caso de esta loca, sigue creyendo que algún día el jefe la tendrá a su lado, tonta, que dieramos todas por que nos eligiera.
Pasamos por un pasillo a media luz con tápiz en las paredes de diseño psicódelico de color café con amarillo, bajamos unas escaleras que crujen delatando la madera de que estan echas y que se nota no tienen un mantenimiento frecuente, llegamos a un salón de espera con muros color crema y tres sillones individuales con cierto toque minimalista en color rojo, el piso es de duela cubierto por un tapete en tonos cafés y crudos con una mesa de centro amplia en color nogal y al fondo un portón que puedo asegurar es de caoba ó alguna madera fina, todo esta reluciente, a diferencia de la escalera esto parece recién remodelado, brillante y con cierto olor a fresco, como cuando llueve por las tardes en el campo, el olor que mas me gusta.
-Permitanme, los anunciaré.
Mientras pierdo la mirada en los detalles del salón, no me doy cuenta que Silvia se fue, pero, ¿Por dondé? no importa, Carlos se sienta de manera relajada abriendose el saco y estirando los brazos sobre el respaldo del sillón.
- Sientante mano, ya no vas a crecer, ahorita vamos por Lorena ¿Ó que, ya no quieres una mujer así en tú vida?
-Claro que quiero una así, pero ¿tu como sabes que quiero una mujer así ó bien en especifíco a ella?
-Es obvio, no sabes disimular, a uno se le nota cuando una mujer le atrae, la tendrás, te lo aseguro, nada mas es cosa de decidir.
-¿Decidir que, cabrón? no jodas, ya dime que pasa, estoy nervioso, no te hagas pendejo bien que sabes, la Félix no te dijó esas cosas así por que sí se conocen desde hace tiempo y mira que hasta me siento como un pendejo diciendo esto por que ella ya era famosa tal vez cuando tu naciste, esto esta muy pinche raro, la neta ya quiero irme.
-Mira, primero no eres ningún pendejo, nunca lo haz sido y despues de hoy menos, por eso estas aquí y dos ya no podemos irnos a estas alturas, conoce al jefe igual y tiene algo para tí ¿no crees? no a cualquiera dejan entrar hasta dondé estamos.
-De entrada yo me puedo ir cuando yo quiera, no es a huevo que este aquí y en segunda...
-¿Algún problema? el jefe los recibirá no lo hagan esperar...
.¿De dondé saliste? no, esto ya no me gusta, quiero largarme ya.
-No te comportes como escuicle, pasa y nos vamos despues.
Tengo mucho miedo y no me queda mas que confiar en la palabra de Carlos, Silvia abre el portón, impresionante lo que veo, piso de cantera, una especie de jacuzzí tirandole a piscina en el centro, con unos pequeños sillones de descansoa los costados, paredes de enredaderas y árboles espesos que calcúlo estan sobre los tres metros con una entrada ó salida al frente, todo rodeado por Lilís de color amarillo pálido, Lorena esta dentro del jacuzzi con un traje de baño color rojo quemado que une la parte de arriba con la de abajo, sujeto por el cuello con dos delicados cordeles, con detalles en el bra y en los costados del calzón de color negro, parecidos a las formas de su tatuaje, Sasha se encuentra en una banca cerca, se le nota triste la cabeza gacha y el cabello cubriendole parte del rostro, una delicada bata azul-violeta sobre sus hombros, me acercó a ella, cuando la frase "Que bueno que ya estas aquí, no te preocupes por ella, solo esta de berrinche.." interrumpe mís pasos...
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