Llevaba largo tiempo pensando en tener una aventura con alguien, contactar alguna mujer por alguna página de relaciones en internet, algún chat, no una prosti, alguien que necesitara dinero y quisiera hacerlo con alguien mayor, pero que no se dedicara a eso, alguna estudiante ó madre soltera, alguna chica con necesidad ecónomica ó bien conocer a alguien que no tuviera ningún otro interés que no fuera el sexo ocasional, sin embargo, sabría que eso tomaría mas tiempo y obviamente ahí no podría ponerme exigente, tendría que conformarme con lo que cayerá, en cambio, si ofrecía dinero podría ser un poco mas elitista, primero tener a una mujer que llenará las expectativas físicas y despues que llenará las expectativas sexuales, ya saben que estuviera abierta a fantasías y cosas que regularmente no hago ó bien nunca he hecho.
Redacté de manera un tanto cuidadosa un anuncio en una página de servicios varios, procuraba cubrir todos los puntos importantes para mí de la persona que me brindaría unas horas de exhaustivo placer, mientras escribía cada palabra de dicho anuncio, sentía emoción mezclada con excitación, imaginaba como podría ser ese momento y todo lo que podría hacer con esa persona, añadí mí correo, mí número celular é incluso contemplé la posibilidad de añadir una foto para que diera mas confianza, sin embargo pensé en lo arriesgado que pudiera ser, claro, sé que en realidad no hay muchas probabilidades de que alguien que me conozca pudiera encontrarme en un anuncio de internet, aunque había cambiado de nombre lo reconsideré y decidí dejar a un lado la foto, recordé aquella ocasión de la amiga que tenía que se grabó con su novio y un buen día su papá bajando pornografía para hacerse justicia con su propia mano encontró de manera fortuita el video, la que se le armo a esta amiga y si, son casos distintos y bien podía pretextar a cualquiera que se encontrará con el anuncio y mí foto, que obvio no era mí nombre y que cualquiera pudo haber tomado la foto de otro lado, no quería quedar expuesto, conociendome soy capaz de ponerme nervioso si me dijerán "oye guey tienes un anuncio dónde ofreces dinero por sexo" y por consecuencia acabaría aceptando que lo hicé.
Pasarón unos tres días antes que alguien contestara el anuncio, la primera era una niña de diecinueve años, todo iba perfecto hasta que me envío la foto, ahí valió madres la cosa, esperpento de vieja, siempre he dicho que no hay mujeres feas solo mal maquilladas, pero reconsideré ese dicho cuando ví la foto, una mujer morena con rastas que parecían de perro viejo sin bañar en años, cara que se veía manchada tal vez por un acné reciente, labios gruesos y oscuros, cachetes grandes que hacían verle los ojos rasgados y al mismo tiempo la boca saltada hacía el frente, nariz chata y ancha y aunque la foto decía la había tomado solo para mí y se encontraba en una posición bastante "sexy" en realidad no me daba esa sensación de sexy que pretendía, sus piernas se veían anchas y cortas, sus senos... casí no tenía... pero dónde meterlos, era mas ó menos talla copa FIFA y sus brazos eran mas gruesos que los míos, honestamente no tengo perversiones de semejantes proporciones, así que traté de ser diplomatico, amable y víl, para mandarla directito al lugar mas lejos posible de mí, diciendole, "mira no eres lo que tengo en mente, desafortunadamente tú voz y la forma de describir tús fantasías son superadas enormemente por la poca gracia que en tú foto denota tú figura", me dió gusto saber que lo tomo de una manera razonable y sincera al contestarme con un "Chinga tú madre imbécil serás un pinche dios Griego pendejo", ese mismo día una chica mas me llamo, ella fue mas atrevida, evitó preámbulos de mensajes en el anuncio, ella simplemente llamo por telefóno, desafortunadamente era tan abierta que me daba desconfianza, era de esas niñas que toda frase va con un "guey" al inicio y al final, no se detenía al hablar para considerar omitir una grosería y no es que sea un samaritano ó me espanten las mujeres que sean mal habladas, pero esta cabrona escuincla de veintiún años era tan abierta que imaginé que podía pasar la pamplonada, los restos de algún héroe de independencia en desfile ó cualquier infinidad de cosas por enmedio de sus piernas sin que ella se inmutara de algún modo, muy ñera, de puto no me bajo cuando despues de unos minutos que hablamos le dijé que no era lo que buscaba.
Empecé a darme por vencido y a dejar un poco de lado la idea de tener un tipo de aventura así, pero entonces recibí un mensaje diferente, a groso modo decía que le interesaba el anuncio y quería saber si podía llamarle para darle mas detalles, muy sencillo y sincero me pareció, llame al número que dejó, una voz con un acento parecido al de los habitantes del norte del país me contestó:
-¿Fátima?
-Sí.
-Oye mira soy Leonardo, te llamó por que me dejaste un mensaje en un anuncio que tengo en internet.
-Aaaah si, dime
-Bueno mira, el trabajo que ofrezco es solo por un día el pago es el que te especifíco en el anuncio, serían mas ó menos cuatro horas y bueno, pues, espero no me lo tomes a mal... sería tener relaciones conmigo, nada de malas ondas, solo es un rato de sexo y ya.
-Mmmm, pero ó sea ¿nada mas es contigo?
-Si, nada mas es conmigo igual y si te parece y la pasamos bien podría ser, no sé cada quince días ó algo así...
Bueno ¿para que dar mas detalles de la platica? me mando una foto en un mensaje al celular, nada espectacular, solo podía ver su rostro, se veía un poco mas grande de los veinticinco años que me había dicho que tenía, pero era linda, cabello negro lacio abajo de los hombros, nariz respingada, morena clara, boca regular, el labio superior ligeramente mas grueso que el inferior, ojos grandes, un poco adormilados, cara ovalada, cuello largo, platicamos unos días para al menos conocer un poco más de cada quién y que ella tomara algo de confianza, ya que me decía que necesitaba el dinero pero que no quería tener una experiencia desagradable, le envíe una foto para que me conociera y ver si no era desagradable para ella, ya que también de alguna manera no quería que a la mera hora de verme no se animara ó bien si aceptara que no fuera fíngido, quería algo lo más cercano posible a hacer el amor, cuando recibió la foto, me dijó que no era feo, que le agradaba y que ella estaba dispuesta a hacer de todo excepto el sado, lo cual me pareció perfecto, quedamos en vernos el siguiente Martes... en mí casa, pedí permiso en el trabajo para no ir ese día, mí esposa llegaba siempre muy tarde del trabajo así que no había problema, ah por cierto. omiti eso, tengo esposa, la segunda a decir verdad, la primera no duró mucho conmigo, solo algunos meses, desventajas de quererse hacer mayor a los diecisiete años, pero esta, por dios, llevamos doce años casados y casados bien, la amo como a nadie, no lo niego, pero desde que le dijerón de sus problemas para concebir hijos, se chingo todo, pocas veces tenemos relaciones y mas pocas veces son las que en realidad lo hacemos con esas ganas como cuando recien nos conocimos, se volvió obsesiva con el trabajo y es muy buena en el, pero en realidad extraño su intensidad como pareja, no me estoy justificando, tengo que señalarlo, lo que hicé es algo de alguien que tiene muy, pero muy, poca madre y más aún de llevar a una mujer a la casa y cogersela en la cama dónde duerme el amor, por que en verdad aún duerme el amor en esa cama, es de culeros.
El Lunes por la noche solo pulí detalles con Fátima, le pedí que viniera con falda y ropa interior pequeña, una tanga, siendo especifíco, ella me pregunto que si en realidad quería hacerlo, que no conocía nada mas que su rostro y que no sabía si en realidad no era de esas gordas que se veían delgadas de cara y resultaba que tenían un jamón por cuerpo, ese comentario me hizó pensar, pero inmediatamente intuí que sí lo decía era por que en realidad no tenía un jamón por cuerpo y solo quería saber que tanta sinceridad le tenía, así que le hicé saber que no importaba, que sabía que ella era la persona indicada para esto, quedamos en vernos en General Anaya, en la salida norte, hacía el centro, ese día no pude dormir bien, estaba emocionado, deseoso, me levanté quince minutos más temprano, unos días antes había comprado una pastilla similar al viagra, pero mejor, al menos eso me había dicho mí urólogo, aunque no tengo problemas de erección me iba a dar mucho "vigor" a la hora de echar pata, salí de la casa me despedí con un beso de mí esposa y llegué casí media hora antes al metro, estacioné el coche a una calle y me sentía muy nervioso, la pastilla hacía efecto, sentía la presión alta, era todo, una mezcla de emociones.
Nueve y cinco, no llegaba, empecé a pensar que posiblemente no llegaría, me sentí como un pendejo, dios treinta y siete años y haciendo pendejadas, pensé, tengo a mí esposa, solo falta tener mas comunicación y hacer exactamente lo mismo que hiciste a los veintitres, enamorarla, darle confianza, pero se me fue la idea cuando ví en el anden a una mujer que bajo del metro y se dirigió a las escaleras, delgada, con vestido en colores variados, medias negras, zapatos oscuros, cabello rizado, me robo todo, desde lo que estaba pensando, hasta el aliento, me pregunté si era ella, inmediatamente marque a su celular, comenzaba a subir la escalera cuando de su bolso saco el celular y contestó, madre de dios, era ella, por simple y sencilla que fuera la razón colgué el telefóno, no tenía nada que decir estaba helado, literalmente helado, sentía fríos los pies y las manos, sentía que toda la sangre del cuerpo la tenía en la entrepierna, en serio que los hombres podremos tener una inteligencia barbara, pero cuando la cabeza del pene se pone a trabajar perdemos todo el intelecto.
-¿Leo?
-Esteee, sí hola ¿Fátima?
-Si ¿como por que me colgaste?
-No,bueno, es que te ví en el anden y bueno, pues no sabía si eras tu y pues bueno, ya sabes, aaay me pones nervioso, bueno pues te llame y cuando ví que sí eras tu no supe que decir y colgué.
-No te pongas nervioso no muerdo, aunque te voy a comer no te voy a morder... pues tu dirás.
La lleve hasta el coche, nos subimos y nos dirijímos a casa, en el camino platicamos, ella me acaricio la pierna diciendome "tranquilo no estes tenso, no pienses en nada" y me beso aprovechando la luz roja del semafóro, minutos antes de llegar a la casa fue cuando me pusé a pensar ¿y si mí esposa sigue ahí, sí por algún motivo hoy no fue a trabajar? ¿y los vecinos, llevamos ocho años viviendo ahí y es lógico que van a ver que llegó a la casa con una mujer que no es mí esposa, que van a decir, sí le dicen a mí esposa? pero el mirar de reojo que su vestido mostraba la liga de la media y que sus muslos estaban tan torneados, hacía mas llevaderos mís nervios,los besos se hicierón mas cosntantes y cachondos una cuadra antes de llegar, me estacioné y comencé a tocarla al igual que ella a mí, hasta que el ladrido de un perro y los pasos del dueño nos sacarón de un beso delicioso, marque a la casa para evitar sorpresas y confirmar que mí esposa se fuera a trabajar, subimos las escaleras del edificio, yo subí por delante cuidando que no hubiera alguien fuera de su casa, maldición cuatro pisos de sigilo, por fín llegamos triunfantes a la puerta abrí apresurado, le pedí que pasara y se pusiera comoda, la torpesa, la inexperiencia, lo pendejo que siempre he sido, llamenle como quieran, me hicierón olvidar ciertos detalles de la casa, "¿Eres casado, tienes hijos? ¿esas fotos de quien son? ¿no que vivías solo?" entonces en vez de aceptar todo y dar explicaciones sinceras, una mentira llevó a otra, "ah no mira conservo las fotos de boda, pero en realidad soy viudo, mí esposa murió en labor de parto junto con el bebé" no mames ¿que pinches explicaciones novelescas son esas? ó sea en un segundo me inventé un hijo, lo maté y de paso maté a mí esposa que en realidad amo en demasía, ella me miró, con una cara que no puedo ó no sé como describir, se levantó y por la mente me paso que se iba a ir, sin embargo me abrazo y me beso, la tomé por la cintura y la tela sintetica de su vestido imitación seda le daba aún mas sensualidad, recorrí su cuerpo, su piel era delicada, tersa, su cuerpo firme, realmente se notaba que tenía especial cuidado en su persona, el olor que desprendía no se comparaba con nada que en años hubiera experimentado, me llevo desde la parte tierna de ella hasta lo mas perverso de mí, no sé si en realidad no le importo si vivía con alguien ó no, sí era ó no casado, sí tenía ó no hijo, pero hicimos el amor, fue como hace años no lo hacía y, además, la bendita pastilla prolongo por mucho el momento, terminamos mas ó menos dos horas después, sudaba como si estuviera en un vapor y ella estaba mojada no sé si de su propio sudor ó el mío, platicamos un rato de diversas cosas y seguí mintiendo acerca de mí esposa y mí forma de vida, no sé por que lo hicé pero mentía de manera tan natural que en momentos dudé que fueran mentiras, ella me dijó que era madre soltera, me contó de su hijo y de los problemas de vivir con su madre y ayudarle en el negocio de las viceras en un mercado dónde tenían un local, me contó que tenía novio pero no era algo serio y que pensaba mas en dejarlo que otra cosa, mientras hablaba había un sentimiento en mí que crecía segundo a segundo.
Pronto descubrí que sentía remordimiento, culpa, indignación y muchos otros calificativos que de manera particular cada quién daría a lo que se siente despues de haber sudado la cama con una extraña, la cama dónde he compartido un matrimonio de doce años con la mujer que mas he amado en la vida, "Oye tengo hambre, no desayuné y ya son casí las doce ¿que tienes de comer?", aaay no mames, todavía tengo que darle de desayunar, puta madre, pensé que igual y despues de tirarmela nada mas iba a ser un "¿que onda, me llevas al metro?" y tan, tan, pero no, quería desayunar y también bañarse, me apresuré a preparar algo, pocas veces me he metido a la cocina y vale madre, la neta no tengo idea que hacer, lo que mejor me queda son los bisteces encebollados, se mete a bañar y otro detalle mas "¿Esta bata de quién es?" pendejo la bata de mí esposa, "Es para tí la compré hace días para hoy", "ay, gracias eres un amor¿por que esta mojada?", "por que se me olvido lavarla cuando la compré y pues apenas la lavé por la noche supongo que no se seco bien, ya sabes hay que lavar la ropa aunque sea nueva, por eso de los acáros" que mamón, esto es una bola de nieve que ya me tiene incomodo pero prefiero seguir mintiendo a parecer un pinche mentiroso y poco confiable, le sirvó los bisteces con frijoles de lata, le preparo café y tengo un nudo en el estomago, siento nervios, me da miedo, pienso que en cualquier momento puede llegar mí esposa, alguien que me descubra que estoy con otra mujer, no habría problema si ella estuviera vestida, podría decir en el caso que alguien llegué que venimos a hacer algún proyecto a la casa, claro si estuviera vestida, aunque ¿quién podría venir? solo mí esposa, no sé como decirle que se apresure, ella me platica no sé que tanto, su voz se vuelve en el ambiente y en mí cabeza como un zumbar de moscas, de un montonal de moscas é igual de molesto, no dejaba de pensar en que se fuera.
Terminó de desayunar y le ofrecí un cigarro a la vez que yo también fumé uno, no paraba de hablar y menos yo de pensar, cualquier ruido que escuchaba en la escalera me sobresaltaba, estaba en la paranoía total, tenía miedo, naúseas, me sentía mareado, en parte siento que las dichosas pastillas me estaban haciendo sentir de alguna manera así, ella de repente hace una pausa breve y cuando intenta articular una palabra, le robó la oportunidad, "oye ¿que onda? acompañame a sacar dinero para darte por favor por que no me había dado cuenta que no traigo, además tengo que regresar al trabajo" "ah ok bueno deja me visto, pensé que ya no ibas a ir a trabajar", aún tengo ganas de hacerla mía, pero mí miedo es mas grande esta vez, me siento con cruda moral, siento que la estoy presionando a que se vista pero no me importa, ya la tuve, ya fue mía, ya experimente la aventura, fue extraordinario pero no fue lo mejor para mí situación emocional, aún así trato de mantenerme calmado ser géntil, caballeroso, no quiero dejarle una mala impresión, salímos de nueva cuenta de la casa, con ganas de correr por las escaleras y esperarla en el coche.
Los minutos son eternos ella no deja de tocarme la pierna y besarme, en cada semafóro siento que toda la gente nos mira como si me conocieran, trato de que ya no me besé, de apresurar todo, por fín llegamos al metro, no baja del auto, miró el reloj é interrumpo "Caray que tarde es" bajo del coche le abró la puerta y le ayudo a bajar, mientras le tomo la mano pongo el dinero en ella de manera discreta mas ó menos como soborno para policía, me besa por última vez y dice algo así como que cuando nos vemos, "ah sí, pues llamame ó nos vemos en el messenger para ponernos de acuerdo, cuidate" la veo alejarse y antes entrar a la estación se voltea y con una sonrisa en el rostro agita su mano, esa noche miré a mí esposa mientras cansada se cambiaba la ropa para dormir, se acosto a mí lado, la abracé y la arropé, acariciaba su cabello mientras ella se acurrucaba en mí pecho "hace mucho no me tocabas así" me beso, nos besamos, nos acariciamos é hicimos el amor, hicé el amor por tercera vez en el día, sin embargo esta vez fue con todo el amor del mundo, con todo el remordimiento de la infidelidad, con toda la culpa que en mí cabía y con todo el vigor que me proporciono una pastilla.
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