viernes, 23 de diciembre de 2011

El Lunes por la mañana me avisarón de la muerte de un amigo de mis sobrinos, yo lo conocí, vinó a la casa algunas ocasiones, no lo conocí mucho, sin embargo, lo queria mucho, por que era amigo de mis sobrinos, por que no era un chavito presumido o aparentón, no, todo lo contrario, una excelente persona.

Ahora veo a mís sobrinos, estan tristes, desconcertados, dolidos, me duele verlos así, me pesa en el alma verlos así y atesoro el tenerlos, saber que estan conmigo, me doy cuenta cuanto los amo, cuanto me importan y reafirmo lo que siempre he dicho, los consideró mis hijos, quisiera que no sufrierán, quisiera que todo esto que esta ocurriendo me hubiera pasado a mí ¿Por que ellos a su corta edad tienen que padecer esto, vivir esto, perder a alguien que quieren? y encima de todo la torpeza que me aflora de no poder tener palabras de consuelo, quisiera tener algo que los alentara, que supieran que las cosas estarán bien, que los amo con todo mí corazón y que me duele de igual manera verlos tristes, quisiera acariciales el cabello y besarlos en la cabeza, confortarlos.

Hijos, mís queridos sobrinos, sí supieran en realidad cuanto los amo, sí supieran que en este momento me duele verlos así, sí supieran que quisiera tenerlos entre mis brazos como cuando eran unos pequeños, los amo y no me voy a cansar de decirlo, ní mucho menos de hacer todo lo posible por demostrarselos, duerman cada día tranquilos y sueñen con mundos hermosos, cumplan sus deseos, por que el mío son ustedes, duerman cada noche con tranquilidad, por que mí anhelo es su bienestar.


Marco, Kenia, Raúl, Ricardo, Raquel, Manuel, Alex, Rosalba y Diego, con todo mí corazón y todo lo mejor que puede haber en mí.
Te moríste, simplemente moríste, no hubo una enfermedad, no hubo indicios que pudieran hacer pensar que estabas en riesgo de morir, andar con malas compañías o alguna de esas cosas de los postadolescentes, solo pasó como a muchos, un mero y repentino accidente, nadie lo esperaba, te fuíste a divertir y no hubo un regreso, no hubo una despédida, nada, solo un dejo amargo, no en el sabor de la boca, sino en el alma, en el corazón, un sentimiento que arruga y carcome, no tuve oportunidad de tratarte mucho, sin embargo no era necesario conocerte muy a fondo para darse cuenta que eras una gran persona. Cualidades, muchas, pero había una que en lo personal me enternecía, eras totalmente desapegado a lo material, seguida de otras tantas, humilde, compartido, amistoso... Recuerdo tu caminar, un vaivén, tus facciones aún de niño ocultaban todavía mas tu edad, ocupabas esa parte especial en cada uno de nosotros.

Esta mas que entendido que desde ahora no podremos ver la vida de la misma forma, no habrá una platica que te mencioné sín que se oprima el estomago, no pasarás desapercibido en lo cotidiano, las computadoras, los videojuegos, las platicas del internet... Los recuerdos, la bicicleta en la que venías con la mochila y la consola del videojuego dentro, las ocasiones en las que nos visitaste ¿Que será de nosotros sin tí? ¿Dónde y cuando te encontraremos? No tengo mucho que escribirte Alejandro, solo que te fuíste al otro lado de la línea que muchos se reuzan a cruzar, ahora no irradias luz, ahora eres luz, nos soltaste las manos y ha sido un golpe descomunal para todos, te extrañamos, te extraño y te agradezco profundamente me hayas dado la oportunidad de conocerte y compartir algunos momentos de tu vida, duerme el sueño eterno de esta vida, descansa Alejandro, descansa en paz querido Orangután...


lunes, 5 de diciembre de 2011

Me gustan las caminatas sin destino, las mujeres de piernas largas y el olor a mañana, soy un aprendíz, un aprendíz de vida, de lo cotidiano y mundano, soy un aprendíz de la vida y de vivir con poco y con mucho, con las manos llenas y con las manos al aire, soy un aprendíz de lo que digo y hago con contradicciones y atrabancamientos, soy un error y un acierto, soy el que se aleja de la gente que ama, no por dejarla de amar, sino para valorarla y amarla mas, soy el aprendíz de brujo, el mago buscando en su chistera el truco que lo sacará de pobre, el amante desesperado buscando darle intensidad a su mujer, soy el mismo y diferente, el que se burla de sí mismo y de los demás con envidia y coraje, soy el entrometido, el que le encuentro el lado malo a todo lo ajeno y lo bueno a lo propio, el subjetivo, el diplomatico y poco acertivo, el que dice mucho sín decir nada, al que le gusta sacudirse con un baile a escondidas, el que sueña con lo que no hace y hace lo que nunca soñó, soy el que esta aquí y a mil kilómetros de su cuerpo, soy el niño, el adolescente, el adulto, el anciano, los recuerdos, los logros y los tropiezos.

Me gustan los días soleados con brisa fría, el agua natural y la comida que hace mal, soy el que llegó a aprender, el que arrebata y defiende, el que ama, el que engaña, soy al que le gusta vivir cuando inhalo profundo y no me pesa la espalda,

lunes, 28 de noviembre de 2011

Me encontraba de pie, miraba la escena tácita, escondiendome y haciendome notar, veía como mí padre, de manera delicada, tomaba la ropa, la metía en la maleta con cuidado de no arrugarla, mientras mí madre sollozaba con enojó y tristeza, mí hermana se había encerrado para entonces en su cuarto, mí hermano fue mas dramatico y se salió indignado, no sín antes azotar la puerta estrepitosamente, mí padre me acaricio la cabeza cuando le tomé la mano, para déspues irse sín decir nada.

Pasarón días y días, mí madre no dijó nada de lo sucedidó hasta que se torno definitivo, mí padre jamás regresaría. Mamá busco un trabajo, tenía años que no trabajaba, solo se había dedicado a nosotros durante mucho tiempo, de repente los tres hermanos nos encontramos solos, unicamente veíamos a mi madre por cortos lapsos en las noches y los sabados por la tarde, intercambiaba algunas palabras con nosotros y se sentaba a ver la tele arrullandosé con ella y quedarse dormida.

Me llevó un mes planear y encontrar algunas recetas, pero por fín me decidí y un Domingo me levanté temprano, lavé algunos trastes sucios y me dispusé a hacer el desayuno, café con leche, huevos revueltos y hot cakes fue el menú, mí madre se levantó y solo me pregunto que hacía, cuando le dijé que quería hacerle su desayunó al igual que a mís hermanos, sonrió y me acarició la mejilla, me ayudo a poner la mesa y despertó a mís hermanos, todos nos sentamos y comímos, nadie dijó nada de los hot cakes crudos o el huevo seco, platicamos de otras cosas, la escuela, el trabajo de mamá, las cosas que nos sucedían, como hacía buen tiempo no lo hacíamos y por primera vez en semanas, la pesadumbre en el ambiente sucumbió.

Desde ese día adoré cocinar y buscaba recetas, ponía atención en como se hacía cada cosa y los Domingos por la mañana sín haberlo planeado, eran familiares, el aroma a la mantequilla, el café con canela y el huevo sazonandosé con la cebolla, hacía confortante el hogar, siempre al terminar nos quedabamos un largo rato tomando el café mientras platicabamos y reíamos, mientras la ventana invitaba a los cálidos rayos de sol matutino que siempre eran bien recibidos y se posaban deslumbrantes en los dientes de mí madre cada que reía, nadie comentaba el desayunó, era lo de menos la comida.

Pensé en estudiar alguna carrera culinaría, por lo menos volverme cocinero y mientras preparaba la harina de los hot cakes y batía los huevos y picaba la cebolla soñaba con trabajar en un restaurante pequeño, como aquellos que les llaman bistro que no por ser pequeños dejaban de ser deliciosos en su comida, imaginaba mí filipina arremangada, mí cabello recogido y mís uñas sumamente cortas, me propusé en esos ratos hacer lo que fuera por hacer de la cocina mí profesión, aún sín el crédito de mí familia.

Llegó el día en que tuvimos todos que trabajar, de lo que fuera, teníamos que sacar adelante el hogar y nuestros estudios, cada quién fue tomando un rumbo diferente y sín percatarnos, nos volvimos mayores y uno por uno salímos del hogar, al tiempo que cada año se dibujaba una nueva arruga en el rostro de mamá y sus fuerzas fuerón haciendose menos, un día me fuí del lado de mí madre y aunque las visitas eran frecuentes pocas veces coincidiamos mís hermanos y yo, solo en días festivos o navidades era cuando nos reuniamos, sin embargo, no era lo mismo, había cuñados, sobrinos, nietos y los Domingos de desayunos no se recordaban, eran borrosos, como un sueño y aún mas lejano el sueño de ser cocinero, había cambiado la estufa por una consola de audio y los sartenes por viniles y cables conectores.

Un día sin previó aviso mamá no despertó, simplemente durmió muy profundamente y mí hermana nos aviso, entonces fue cuando nos reunimos por primera vez, no como padres, esposos, tíos o hijos, sino como hermanos, como lo que quedaba de nuestra familia antes de partir, su entierro fue en sabado a mediodía, ninguno dijó nada, el día siguiente, Domingo, salí temprano a la casa que nos cobijó durante años y en la cual encontrabamos consuelo, tome los sartenes y la última despensa que mí madre había hecho y cociné como años atrás y como años atrás mí hermana llegó a la mesa semidormida y mí hermano colocó la azúcar y los platos y el olor a la mantequilla, el café, la cebolla frita y los huevos envolvierón el ambiente, estaba de pie cuando mí hermano dijó : " Sabes, por lo menos dos veces al mes desayunó hot cakes y huevos, pero ninguno es tan bueno como los desayunos que preparabas los Domingos." "Sí, podría ser una semana de lo peor, pero el desayuno del Domingo, era deliciosamente bello, fuerón los mejores, gracias", dijó mí hermana, apreté la taza de café con ambas manos y me senté frente a la ventana sonriendole a los mismos rayos de sol de adornaban la sorisa de mí madre.

viernes, 17 de junio de 2011

A veces me acuerdo de tí, cuando estoy en el ocio y mí mente no encuentra refugio de mí, cuando la lluvia desprende los olores de la tierra que moja y las gotas recorren las hojas y el pasto, así como finos dedos la espalda del amante.

A veces me acuerdo de tí, cuando el sol cae a plomo y me sofoca y me quema, como sí fueras tú envolviendome, restregandote en lo mas profundo de mí, como las ganas que me funden los labios para no pronunciarte, para hacer como si no te recordará.

A veces me acuerdo de tí, con las miradas, con las risas de las jovenes parejas despreocupadas de la vida y el entorno, con las esquinas solitarias que nos escondían y nos solapaban, con los pies hinchados de buscarte cada minuto del día.

A veces me acuerdo de tí, con los colores, con el rojo de tus labios y el negro profundo de tu cabello, con el beige pálido de tu piel y el café que vierten tus miradas, con el ridículo y cursí rosa con el que la vida pasa a tu lado.

A veces me acuerdo de tí aún estando dormido y me envuelvo en las sábanas, apretandolas, aferrandome a su tejido, como si tu esencia prevaleciera, te arranco de mís sueños sin exito al despertar, sin nunca poderte materializar de ellos.

A veces me acuerdo de tí cuando sin querer rozó mí mejilla contra el vidrio de la ventana, cuando mís manos acarician mí propia imagen reflejada en el vidrio, desdibujada, transparente, así como tú la miras.

A veces me acuerdo de tí... cuando dejó la calma y me entrego al delirio, cuando vivo mí realidad y la huelo y la palpo y la degusto con voraz apetito, con euforia, cuando todos se alejan y estoy ahí, en ese lugar que te puedo encontrar y soborno a mí demencia para unir una a una tus partes y esperarte a mí tacto, pero me acuerdo que eres como la canción que nunca escuche ó el lugar en el que nunca estuve... A veces me acuerdo de tí y se me olvida que no existes y se me olvida que te recuerdo en esa oscura parte que los demás llaman locura.

domingo, 10 de abril de 2011

Él era el hijo mas pequeño, tenía siete años y como todo hijo pequeño era el mas mímado, pero designios de la vida y la falta de responsabilidad de sus padres hicierón lo inesperado, así es, siete años después de que el mas pequeño había asomado la coronilla a este mundo, llegó un nuevo hijo menor, desterrandolo de aquel confortante lecho que ya disfrutaba y del cual ya estaba acostumbrado, se fuerón los mimos, los escasos regalos, las condecendencias, en resumen, se terminó la atención, ahora el era el "chiquito", el nuevo chiquito.

Había ciertos celos hacía sú hermano pequeño, una ocasión dandole unos giros, le golpeó la cabeza con la pared, de una regañíza no se salvó, pero no conforme con eso mañosa y alevosamente el hermanito, tomo un palo de escoba y lo rompió en su cabeza con saña y malaintención, desafortunado evento, como muchos otros en la niñez del nuevo hermanito, del que le quitó esa buena fortuna de poder haber sido el menor.

De uno a uno se fuerón los años y de manera forzada ó costumbrista ambos se unierón, el tenía quince años, el menor ocho, parecía que se entendían mas ó menos bien, lidiaban ambos con cuatro hermanos mas en una relación de poder entre todos, que era difícil, él muchas veces lo recogía de la  escuela y lo llevaba a los videojuegos, ambos se divertían y aunque en ocasiones él se enojaba por que perdía y no quería hablarle a sú hermano pequeño, no dejaba de demostrar preocupación por lo que pudiera pasarle.

Sú primera novia ó al menos a la primera a la que quisó, lo hizó dejar a un lado las salidas con el menor, así que sin saberlo, le enseño que las cosas buenas no durán siempre y que para la gente no siempre será el mas importante, él sufrió tiempo después por aquella novia, fue difícil, quisó regresar a las salidas con aquel hermano menor que ahora se dió cuenta, había crecido, seguramente le dolió, seguramente también encontro la mejor forma de sobrellevarlo y seguramente entendió que así tenía que ser.

Él tomo una responsabilidad que no le correspondía en cuanto cumplió la mayoría de edad, se hizó cargo de la familia y trabajaba para ayudarles cuando sú padre se fue, tomo la misma responsabilidad cuando su madre se accidento, la llevaba al doctor y trataba de enseñarle a su hermano que era lo correcto, él era algo así como un "campeón sin corona", como los que hacen bien las cosas y no se les reconoce, a los que se les recuerda mas por las cosas malas que por las buenas, su carácter no le ayudaba a lidiar con su madre y por eso mismo era que no se le reconocía lo que hacía, cierto es, que de repente se torna enojón y con un humor un tanto fuera de lugar, caía a veces en lo vulgar y agresivo, pero sin duda alguna es una gran persona.

Se convirtió por algunos años un ejemplo para su hermano que ahora de menor no tenía nada y por unos meses en su consuelo cuando entre aquellas paredes de concreto, cerrojos y hombres monocromaticos, aguanto su llanto para darle fuerza y le prometió nunca faltar a una sola visita,  horas especiales y mucha paciencia, fue lo que le dedico esos diez meses y dieciocho días... treinta y tres años han pasado, desde que conoció a quién lo despojó del puesto de hijo menor y treinta y tres años después de alguna manera buscó ofrecerle un reconocimiento como hermano, através de estas líneas, através de mí...pienso que tal vez nunca lo lea, pienso que posiblemente no signifique el mismo reconocimiento como el de su madre ó la familia en general pero sí algo aseguro es que este reconocimiento, de manera personal es de los mas sinceros que podrá tener.

"La primera forma que tenemos frente a nosotros de como relacionarnos es la familia, el primer contacto de la amistad son nuestros hermanos, buena ó mala amistad pero es la forma mas pura de como adoptaremos una relación con los que serán nuestros amigos en lo sucesivo, sin embargo con el paso de los años, nos olvidamos de esa primera amistad y esa forma pura y real de nuestra vida se desdibuja y se vuelve tan tenúe como el vapor de nuestro aliento."

Anónimo.
Te miro con ansías como el primer día, te miro descubriendo lo que hay en tí, como si no lo conociera, como sí fuera la primera vez, te miro y me enternesco, te miro y la felicidad no me cabe, te miro y la memoria me falla me traicioná, por que no recuerdo la última vez que te ví así de hermosa.

Te miro sin juzgarte y sin encontrar un solo defecto en tú maravillosa personalidad, te miro y te miro y te miro y te miro, sin decir nada, sin necesidad de hacer algo, simplemente mirarte, te abrazo con la mirada y me siento a tú lado, trato de decirte cuanto te amo con solo mí mirada...

lunes, 21 de marzo de 2011

Desperté con los ojos pesados, inflamados, ahogados en lágrimas, con la cara adolorida, la nariz constipada, no lo sé, no entiendo, ní sé como buscar la razón por la cual me siento así y tampoco me interesa mucho hacerlo, empecé hace unos meses, de repente me dolió la espalda, de repente me sentí con cansancio, de repente los suspiros eran mas profundo, iban muy hondo en mí, mí situación económica no iba bien, pensaba que era eso, el infortunio de tener casí todo lo que quería en lo material y de repente dar ese giro en que tengo menos de lo justo para el día-¡Claro!- pensé, es solo eso, la suerte cambio y al cabo de un par de meses mejoró todo, todo, menos mí ánimo, me sentía extraviado, difuminado en mís propios pensamientos, alejado de mí, viendo mí mismo ser en tercera persona, una sonrisa automatica, platicas en las que me trataba de atender y dar una opinión congruente, sin embargo era muy escueto en palabras, no había claridad en muchas cosas, pensé-La edad por supuesto, pronto será mí cumpleaños- en alguna ocasión leí que los días antes y posteriores de cada cumpleaños eran de cierta reflexión-depresiva-neurotica, en pocas palabras podría ser solo un vulgar estoy "sensible" pero tampoco fue así, mí cumpleaños fue hace dos meses, de pronto comencé a llorar, de la nada, comenzó una canción y las lágrimas huyerón de mís ojos, así, fue una despues de otra, hasta que comencé a gimotear y hacer esos ruidos que son como gritos sin eco, apagados, no entendía el por que pero sí sentía que de a poco, esa incomodidad se iba haciendo menos, era algo así como cuando vacías una cubeta con agua y sientes como el peso se hace menos y que tus brazos se relajan, ignoro cuanto tiempo lloré, pero me sentí mejor, sonreí é hicé lo que tenía que hacer.

No pasarón mas de dos días y nuevamente la pesadez de ese incomodo sentimiento me absorbía, era difícil lidiarlo, me pasaba de repente algunos minutos mirando a la nada, pensando en cosas que había olvidado al regresar en mí, me perdía através de las ventanas, tenía que vacíar através de mís ojos ese sentimiento con mayor frecuencia, hacer menos pesado lo que me inunda y así ha sido desde entonces... lo comparé con las goteras en las llaves de los fregaderos ó las regaderas, empiezan con una gota muy ligera y uno la deja, pensando en que no pasa nada, hasta que nos damos cuenta que ya es un problema, pero no sabemos como arreglarla, ní tampoco nos animamos a hacerlo, no me animo a hacerlo, todo es para despues, así es ahora esto, lo estoy dejando para despues, la única forma de deshacerme de él es llorar, llorar hasta cansarme y dormir, llorar hasta sentirme mejor, quedarme acostado hasta tarde, olvidar el exterior ¿Para que salir, para que incomodar con mi "congoja" a otros, para que escuchar el "hay que echarle ganas, hay que salir adelante"? Así esta bien por el momento, sigo perdiendome en puntos que a mí parecer no existen através de las ventanas pero algo en mí lo busca, a lo mejor con la esperanza de encontrarlo en un "nada" ó esperando que cruzé para encontrarse con mís ojos, demasiada desesperación, para esperar que entre por la puerta, mas ilusión que venga de alguna ventana, de alguna mirada al exterior, pienso, no lo sé, ahora no tengo empleo, ní en que emplearme, ní tampoco ganas de emplear el tiempo en algo ¿para que? tengo lo necesario, una falta de ganas y unas ganas de faltarme que ¿para que pido mas?

domingo, 13 de marzo de 2011

Siempre llegó a casa no muy temprano, no muy tarde, depende de como lo vea cada quién, mí hermana me prepara un té para el estomago, en ocasiones tengo gases y es muy molesto, el trabajo me los ocasiona, digamos que no propiamente el trabajo, sino cada cliente, llegó con los ojos rojos, cansados, ojerosos, a mas tardar las seis ya estoy abriendo la puerta y mí hermana ya esta levantada esperandome, es la única que me queda de mí familia, me siguió nada mas por que quisó, no le importo echarse a la familia encima y que la tacharán de lo peor, trato de platicar un poco con ella, trato de mantenerme despierta lo mas que puedo, pero en ocasiones el cuerpo no me da para más y tengo que dejarla para ir a dormir, ella se va a la escuela, luego a su trabajo, nos ven raro en el edificio y aunque no se meten con nosotras tampoco es grato que ella de repente tenga que aguantar las miradas de los que viven aquí procuraba no salir con ella, ya saben, para evitarle la pena, pero fue una alegría enorme que cada que alguien me insultaba ella me tomaba del brazo y se aferraba a mí, no me averguenzo de quien soy ¿Por que habría de hacerlo? aunque en ocasiones quisiera tirar la toalla no lo hago por que así soy, es lo que soy y si mí trabajo no es lo que cualquier familia esperaría que tuviera uno de sus miembros y les averguenza, ya quisiera que alguno de ellos tuviera el valor de intentarlo, es lo que me sostiene y si no es lo mejor tampoco soy de lo peor por ello.

Desde niño fuí diferente, lo sabía é incluso en algunas ocasiones mís maestros les recomendaban a mís padres que me buscaran ayuda, por que la necesitaba según ellos, mí padre se negaba, él siempre decía que yo era un machito y solo era una etapa, pero cuando entré a la secundaria y todo se hacía mas notorio, simplemente me dejó de hablar, mís otros hermanos en ocasiones me negaban, nunca llevaban a sus amigos a la casa para evitarse burlas, mí madre trataba de ayudarme en lo mas que podía pero mí padre nunca estuvo de acuerdo, fue difícil, pasarón muchas cosas antes de terminar en este oficio, no me hago la mártir, ní culpo a mí familia, de hecho los entiendo de cierta forma, para ellos tampoco ha sido fácil, me fuí de mí casa y mí hermana poco tiempo después se fue conmigo para cuidarme, tan linda ella siendo mas pequeña que yo, ella dice que es tiempo que ella cuide de mí despues de que yo la cuide de mís hermanos cuando ella era una niña y siempre la molestaban.

Otra noche, otra vez la misma avenida, la misma tarifa con él mismo servicio, trescientos el oral en su coche, si quiere completo el servicio son quinientos, más doscientos del cuarto ó bien cien y nos prestan un cuartucho todo feo en el estacionamiento que esta a dos cuadras de aquí, unos son muy bruscos, otros son como miedosos y otros más son simplemente curiosos, encuentro de todo, hay días flojos, hay días que ní siquiera me dan tregüa de descansar un poco, acabo toda maltrecha y cansada, pero bien vale la pena, al principio era pura necesidad, ahora pues sino le he agarrado el gusto de menos ya sé que de aquí sale para todo y sale bien, sé y estoy conciente que durará mientras me siga cuidando y siga de pérdida, teniendo buena figura, déspues no sé que haré, en ocasiones que nos agarran los polis hay que entrarle y a veces entrarle con todo ¿Sí me éxplico no? pero ní hablar como dijé es mí oficio y lo tengo que hacer con todo lo que implica, como decía, cuando se me acabé esto no sé que haré, muchos piensan que a todos se nos da eso de los cortes de pelo y las cosas de belleza pero la verdad es que a mí no, a durás penas aprendí a maquillarme y eso con ayuda de mí hermana, la cocina medio se me da pero tampoco nada espectacular, tengo un futuro incierto, sin embargo, sí algo es cierto ¿Actualmente quién tiene un futuro asegurado? al menos de los que somos de la misma condición social en términos económicos.

Llega la madrugada del Miércoles, no fue malo, para ser principio de semana estuvo bien, el frío me empieza a calar las piernas las siento entumidas y las zapatillas ya no me acomodan a estas horas, a mas tardar en dos horas estaré en casa, la misma taza de té, la misma rutina, mí hermana en su esfuerzo diario y el mismo amor escondido de closet, con él mismo hombre que niega su sexualidad y la oculta tras mí apariencia, pero bien sabemos ambos que solo es pretexto, la misma cama, el mismo sueño, el mismo dolor que se prolonga desde mís nalgas hasta mí estómago, soy hermosa, soy cínica é irreverente, así soy y no lo cambio por ningún estandar de género.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Llevaba largo tiempo pensando en tener una aventura con alguien, contactar alguna mujer por alguna página de relaciones en internet, algún chat, no una prosti, alguien que necesitara dinero y quisiera hacerlo con alguien mayor, pero que no se dedicara a eso, alguna estudiante ó madre soltera, alguna chica con necesidad ecónomica ó bien conocer a alguien que no tuviera ningún otro interés que no fuera el sexo ocasional, sin embargo, sabría que eso tomaría mas tiempo y obviamente ahí no podría ponerme exigente, tendría que conformarme con lo que cayerá, en cambio, si ofrecía dinero podría ser un poco mas elitista, primero tener a una mujer que llenará las expectativas físicas y despues que llenará las expectativas sexuales, ya saben que estuviera abierta a fantasías y cosas que regularmente no hago ó bien nunca he hecho.

Redacté de manera un tanto cuidadosa un anuncio en una página de servicios varios, procuraba cubrir todos los puntos importantes para mí de la persona que me brindaría unas horas de exhaustivo placer, mientras escribía cada palabra de dicho anuncio, sentía emoción mezclada con excitación, imaginaba como podría ser ese momento y todo lo que podría hacer con esa persona, añadí mí correo, mí número celular é incluso contemplé la posibilidad de añadir una foto para que diera mas confianza, sin embargo pensé en lo arriesgado que pudiera ser, claro, sé que en realidad no hay muchas probabilidades de que alguien que me conozca pudiera encontrarme en un anuncio de internet, aunque había cambiado de nombre lo reconsideré y decidí dejar a un lado la foto, recordé aquella ocasión de la amiga que tenía que se grabó con su novio y un buen día su papá bajando pornografía para hacerse justicia con su propia mano encontró de manera fortuita el video, la que se le armo a esta amiga y si, son casos distintos y bien podía pretextar a cualquiera que se encontrará con el anuncio y mí foto, que obvio no era mí nombre y que cualquiera pudo haber tomado la foto de otro lado, no quería quedar expuesto, conociendome soy capaz de ponerme nervioso si me dijerán "oye guey tienes un anuncio dónde ofreces dinero por sexo" y por consecuencia acabaría aceptando que lo hicé.

Pasarón unos tres días antes que alguien contestara el anuncio, la primera era una niña de diecinueve años, todo iba perfecto hasta que me envío la foto, ahí valió madres la cosa, esperpento de vieja, siempre he dicho que no hay mujeres feas solo mal maquilladas, pero reconsideré ese dicho cuando ví la foto, una mujer morena con rastas que parecían de perro viejo sin bañar en años, cara que se veía manchada tal vez por un acné reciente, labios gruesos y oscuros, cachetes grandes que hacían verle los ojos rasgados y al mismo tiempo la boca saltada hacía el frente, nariz chata y ancha y aunque la foto decía la había tomado solo para mí y se encontraba en una posición bastante "sexy" en realidad no me daba esa sensación de sexy que pretendía, sus piernas se veían anchas y cortas, sus senos... casí no tenía... pero dónde meterlos, era mas ó menos talla copa FIFA y sus brazos eran mas gruesos que los míos, honestamente no tengo perversiones de semejantes proporciones, así que traté de ser diplomatico, amable y víl, para mandarla directito al lugar mas lejos posible de mí, diciendole, "mira no eres lo que tengo en mente, desafortunadamente tú voz y la forma de describir tús fantasías son superadas enormemente por la poca gracia que en tú foto denota tú figura", me dió gusto saber que lo tomo de una manera razonable y sincera al contestarme con un "Chinga tú madre imbécil serás un pinche dios Griego pendejo", ese mismo día una chica mas me llamo, ella fue mas atrevida, evitó preámbulos de mensajes en el anuncio, ella simplemente llamo por telefóno, desafortunadamente era tan abierta que me daba desconfianza, era de esas niñas que toda frase va con un "guey" al inicio y al final, no se detenía al hablar para considerar omitir una grosería y no es que sea un samaritano ó me espanten las mujeres que sean mal habladas, pero esta cabrona escuincla de veintiún años era tan abierta que imaginé que podía pasar la pamplonada, los restos de algún héroe de independencia en desfile ó cualquier infinidad de cosas por enmedio de sus piernas sin que ella se inmutara de algún modo, muy ñera, de puto no me bajo cuando despues de unos minutos que hablamos le dijé que no era lo que buscaba.

Empecé a darme por vencido y a dejar un poco de lado la idea de tener un tipo de aventura así, pero entonces recibí un mensaje diferente, a groso modo decía que le interesaba el anuncio y quería saber si podía llamarle para darle mas detalles, muy sencillo y sincero me pareció, llame al número que dejó, una voz con un acento parecido al de los habitantes del norte del país me contestó:
-¿Fátima?
-Sí.
-Oye mira soy Leonardo, te llamó por que me dejaste un mensaje en un anuncio que tengo en internet.
 -Aaaah si, dime
-Bueno mira, el trabajo que ofrezco es solo por un día el pago es el que te especifíco en el anuncio, serían mas ó menos cuatro horas y bueno, pues, espero no me lo tomes a mal... sería tener relaciones conmigo, nada de malas ondas, solo es un rato de sexo y ya.
-Mmmm, pero ó sea ¿nada mas es contigo?
-Si, nada mas es conmigo igual y si te parece y la pasamos bien podría ser, no sé cada quince días ó algo así...

Bueno ¿para que dar mas detalles de la  platica? me mando una foto en un mensaje al celular, nada espectacular, solo podía ver su rostro, se veía un poco mas grande de los veinticinco años que me había dicho que tenía, pero era linda, cabello negro lacio abajo de los hombros, nariz respingada, morena clara, boca regular, el labio superior ligeramente mas grueso que el inferior, ojos grandes, un poco adormilados, cara ovalada, cuello largo, platicamos unos días para al menos conocer un poco más de cada quién y que ella tomara algo de confianza, ya que me decía que necesitaba el dinero pero que no quería tener una experiencia desagradable, le envíe una foto para que me conociera y ver si no era desagradable para ella, ya que también de alguna manera no quería que a la mera hora de verme no se animara ó bien si aceptara que no fuera fíngido, quería algo lo más cercano posible a hacer el amor, cuando recibió la foto, me dijó que no era feo, que le agradaba y que ella estaba dispuesta a hacer de todo excepto el sado, lo cual me pareció perfecto, quedamos en vernos el siguiente Martes... en mí casa, pedí permiso en el trabajo para no ir ese día, mí esposa llegaba siempre muy tarde del trabajo así que no había problema, ah por cierto. omiti eso, tengo esposa, la segunda a decir verdad, la primera no duró mucho conmigo, solo algunos meses, desventajas de quererse hacer mayor a los diecisiete años, pero esta, por dios, llevamos doce años casados y casados bien, la amo como a nadie, no lo niego, pero desde que le dijerón de sus problemas para concebir hijos, se chingo todo, pocas veces tenemos relaciones y mas pocas veces son las que en realidad lo hacemos con esas ganas como cuando recien nos conocimos, se volvió obsesiva con el trabajo y es muy buena en el, pero en realidad extraño su intensidad como pareja, no me estoy justificando, tengo que señalarlo, lo que hicé es algo de alguien que tiene muy, pero muy, poca madre y más aún de llevar a una mujer a la casa y cogersela en la cama dónde duerme el amor, por que en verdad aún duerme el amor en esa cama, es de culeros.

El Lunes por la noche solo pulí detalles con Fátima, le pedí que viniera con falda y ropa interior pequeña, una tanga, siendo especifíco, ella me pregunto que si en realidad quería hacerlo, que no conocía nada mas que su rostro y que no sabía si en realidad no era de esas gordas que se veían delgadas de cara y resultaba que tenían un jamón por cuerpo, ese comentario me hizó pensar, pero inmediatamente intuí que sí lo decía era por que en realidad no tenía un jamón por cuerpo y solo quería saber que tanta sinceridad le tenía, así que le hicé saber que no importaba, que sabía que ella era la persona indicada para esto, quedamos en vernos en General Anaya, en la salida norte, hacía el centro, ese día no pude dormir bien, estaba emocionado, deseoso, me levanté quince minutos más temprano, unos días antes había comprado una pastilla similar al viagra, pero mejor, al menos eso me había dicho mí urólogo, aunque no tengo problemas de erección me iba a dar mucho "vigor" a la hora de echar pata, salí de la casa me despedí con un beso de mí esposa y llegué casí media hora antes al metro, estacioné el coche a una calle y me sentía muy nervioso, la pastilla hacía efecto, sentía la presión alta, era todo, una mezcla de emociones.

Nueve y cinco, no llegaba, empecé a pensar que posiblemente no llegaría, me sentí como un pendejo, dios treinta y siete años y haciendo pendejadas, pensé, tengo a mí esposa, solo falta tener mas comunicación y hacer exactamente lo mismo que hiciste a los veintitres, enamorarla, darle confianza, pero se me fue la idea cuando ví en el anden a una mujer que bajo del metro y se dirigió a las escaleras, delgada, con vestido en colores variados, medias negras, zapatos oscuros, cabello rizado, me robo todo, desde lo que estaba pensando, hasta el aliento, me pregunté si era ella, inmediatamente marque a su celular, comenzaba a subir la escalera cuando de su bolso saco el celular y contestó, madre de dios, era ella, por simple y sencilla que fuera la razón colgué el telefóno, no tenía nada que decir estaba helado, literalmente helado, sentía fríos los pies y las manos, sentía que toda la sangre del cuerpo la tenía en la entrepierna, en serio que los hombres podremos tener una inteligencia barbara, pero cuando la cabeza del pene se pone a trabajar perdemos todo el intelecto.

-¿Leo?
-Esteee, sí hola ¿Fátima?
-Si ¿como por que me colgaste?
-No,bueno, es que te ví en el anden y bueno, pues no sabía si eras tu y pues bueno, ya sabes, aaay me pones nervioso, bueno pues te llame y cuando ví que sí eras tu no supe que decir y colgué.
-No te pongas nervioso no muerdo, aunque te voy a comer no te voy a morder... pues tu dirás.

La lleve hasta el coche, nos subimos y nos dirijímos a casa, en el camino platicamos, ella me acaricio la pierna diciendome "tranquilo no estes tenso, no pienses en nada" y me beso aprovechando la luz roja del semafóro, minutos antes de llegar a la casa fue cuando me pusé a pensar ¿y si mí esposa sigue ahí, sí por algún motivo hoy no fue a trabajar? ¿y los vecinos, llevamos ocho años viviendo ahí y es lógico que van a ver que llegó a la casa con una mujer que no es mí esposa, que van a decir, sí le dicen a mí esposa? pero el mirar de reojo que su vestido mostraba la liga de la media y que sus muslos estaban tan torneados, hacía mas llevaderos mís nervios,los besos se hicierón mas cosntantes y cachondos una cuadra antes de llegar, me estacioné y comencé a tocarla al igual que ella a mí, hasta que el ladrido de un perro y los pasos del dueño nos sacarón de un beso delicioso, marque a la casa para evitar sorpresas y confirmar que mí esposa se fuera a trabajar, subimos las escaleras del edificio, yo subí por delante cuidando que no hubiera alguien fuera de su casa, maldición cuatro pisos de sigilo, por fín llegamos triunfantes a la puerta abrí apresurado, le pedí que pasara y se pusiera comoda, la torpesa, la inexperiencia, lo pendejo que siempre he sido, llamenle como quieran, me hicierón olvidar ciertos detalles de la casa, "¿Eres casado, tienes hijos? ¿esas fotos de quien son? ¿no que vivías solo?" entonces en vez de aceptar todo y dar explicaciones sinceras, una mentira llevó a otra, "ah no mira conservo las fotos de boda, pero en realidad soy viudo, mí esposa murió en labor de parto junto con el bebé" no mames ¿que pinches explicaciones novelescas son esas? ó sea en un segundo me inventé un hijo, lo maté y de paso maté a mí esposa que en realidad amo en demasía, ella me miró, con una cara que no puedo ó no sé como describir, se levantó y por la mente me paso que se iba a ir, sin embargo me abrazo y me beso, la tomé por la cintura y la tela sintetica de su vestido imitación seda le daba aún mas sensualidad, recorrí su cuerpo, su piel era delicada, tersa, su cuerpo firme, realmente se notaba que tenía especial cuidado en su persona, el olor que desprendía no se comparaba con nada que en años hubiera experimentado, me llevo desde la parte tierna de ella hasta lo mas perverso de mí, no sé si en realidad no le importo si vivía con alguien ó no, sí era ó no casado, sí tenía ó no hijo, pero hicimos el amor, fue como hace años no lo hacía y, además, la bendita pastilla prolongo por mucho el momento, terminamos mas ó menos dos horas después, sudaba como si estuviera en un vapor y ella estaba mojada no sé si de su propio sudor ó el mío, platicamos un rato de diversas cosas y seguí mintiendo acerca de mí esposa y mí forma de vida, no sé por que lo hicé pero mentía de manera tan natural que en momentos dudé que fueran mentiras, ella me dijó que era madre soltera, me contó de su hijo y de los problemas de vivir con su madre y ayudarle en el negocio de las viceras en un mercado dónde tenían un local, me contó que tenía novio pero no era algo serio y que pensaba mas en dejarlo que otra cosa, mientras hablaba había un sentimiento en mí que crecía segundo a segundo.

Pronto descubrí que sentía remordimiento, culpa, indignación y muchos otros calificativos que de manera particular cada quién daría a lo que se siente despues de haber sudado la cama con una extraña, la cama dónde he compartido un matrimonio de doce años con la mujer que mas he amado en la vida, "Oye tengo hambre, no desayuné y ya son casí las doce ¿que tienes de comer?", aaay no mames, todavía tengo que darle de desayunar, puta madre, pensé que igual y despues de tirarmela nada mas iba a ser un "¿que onda, me llevas al metro?" y tan, tan, pero no, quería desayunar y también bañarse, me apresuré a preparar algo, pocas veces me he metido a la cocina y vale madre, la neta no tengo idea que hacer, lo que mejor me queda son los bisteces encebollados, se mete a bañar y otro detalle mas "¿Esta bata de quién es?" pendejo la bata de mí esposa, "Es para tí la compré hace días para hoy", "ay, gracias eres un amor¿por que esta mojada?", "por que se me olvido lavarla cuando la compré y pues apenas la lavé por la noche supongo que no se seco bien, ya sabes hay que lavar la ropa aunque sea nueva, por eso de los acáros" que mamón, esto es una bola de nieve que ya me tiene incomodo pero prefiero seguir mintiendo a parecer un pinche mentiroso y poco confiable, le sirvó los bisteces con frijoles de lata, le preparo café y tengo un nudo en el estomago, siento nervios, me da miedo, pienso que en cualquier momento puede llegar mí esposa, alguien que me descubra que estoy con otra mujer, no habría problema si ella estuviera vestida, podría decir en el caso que alguien llegué que venimos a hacer algún proyecto a la casa, claro si estuviera vestida, aunque ¿quién podría venir? solo mí esposa, no sé como decirle que se apresure, ella me platica no sé que tanto, su voz se vuelve en el ambiente y en mí cabeza como un zumbar de moscas, de un montonal de moscas é igual de molesto, no dejaba de pensar en que se fuera.

Terminó de desayunar y le ofrecí un cigarro a la vez que yo también fumé uno, no paraba de hablar y menos yo de pensar, cualquier ruido que escuchaba en la escalera me sobresaltaba, estaba en la paranoía total, tenía miedo, naúseas, me sentía mareado, en parte siento que las dichosas pastillas me estaban haciendo sentir de alguna manera así, ella de repente hace una pausa breve y cuando intenta articular una palabra, le robó la oportunidad, "oye ¿que onda? acompañame a sacar dinero para darte por favor por que no me había dado cuenta que no traigo, además tengo que regresar al trabajo" "ah ok bueno deja me visto, pensé que ya no ibas a ir a trabajar", aún tengo ganas de hacerla mía, pero mí miedo es mas grande esta vez, me siento con cruda moral, siento que la estoy presionando a que se vista pero no me importa, ya la tuve, ya fue mía, ya experimente la aventura, fue extraordinario pero no fue lo mejor para mí situación emocional, aún así trato de mantenerme calmado ser géntil, caballeroso, no quiero dejarle una mala impresión, salímos de nueva cuenta de la casa, con ganas de correr por las escaleras y esperarla en el coche.

Los minutos son eternos ella no deja de tocarme la pierna y besarme, en cada semafóro siento que toda la gente nos mira como si me conocieran, trato de que ya no me besé, de apresurar todo, por fín llegamos al metro, no baja del auto, miró el reloj é interrumpo "Caray que tarde es" bajo del coche le abró la puerta y le ayudo a bajar, mientras le tomo la mano pongo el dinero en ella de manera discreta mas ó menos como soborno para policía, me besa por última vez y dice algo así como que cuando nos vemos, "ah sí, pues llamame ó nos vemos en el messenger para ponernos de acuerdo, cuidate" la veo alejarse y antes entrar a la estación se voltea y con una sonrisa en el rostro agita su mano, esa noche miré a mí esposa mientras cansada se cambiaba la ropa para dormir, se acosto a mí lado, la abracé y la arropé, acariciaba su cabello mientras ella se acurrucaba en mí pecho "hace mucho no me tocabas así" me beso, nos besamos, nos acariciamos é hicimos el amor, hicé el amor por tercera vez en el día, sin embargo esta vez fue con todo el amor del mundo, con todo el remordimiento de la infidelidad, con toda la culpa que en mí cabía y con todo el vigor que me proporciono una pastilla.

domingo, 27 de febrero de 2011


El treinta de Octubre fue la última vez que escribí en este blog, no sé por que, he extrañado escribir, por eso ando acá nuevamente, así  que… espero me escriban sus comentarios ahora sí, buenos y malos… no sean macanas con las líneas!!!!

¡Saludos!
Caminando por la calle recuerdo llevar de la mano a mí hijo y sostener en el hombro una pequeña mochila dónde regularmente guardamos los juguetes que con frecuencia gusta tomar entre sus pequeñas manos, mientras hacemos escalas en algún lugar apropiado para que juegue, llamesé, parque, fuente ó sitio que tenga en él un  particular intéres y algo llame su atención para desarrollar todo tipo de aventuras con esos peculiares artilugios de figura redondeada hechos de plastico, en algunas ocasiones yo formaba parte del juego y armabamos todo tipo de historias y dialogos entre los monigotes, él reía con las tonterías que solía decir así como los ruidos guturales que emitía para darle al juego un toque de realismo, era curioso sentir en ese momento la edad que ya varios años atrás había dejado y en esos juegos la desempolvaba para divertir a mí pequeño, otros días me limitaba a mirarlo, ver sus ojos y movimientos concentrados en ese pequeño gran mundo que es su edad, su elocuencia, su hermosa capacidad de sorprenderse de manera tan natural de las cosas que para la gente de mí edad ya son únicamente cotidianidades y un sin fín de absurdos, pero para él, para él es lo mas gracioso ó extraño, hasta su risa (y no me refiero solo a la risa de él, en general la risa de los pequeños), es absolutamente sincera y feliz, me es difícil entender como puede enseñarme y hacerme redescubrir  todo lo que me rodea alguien de esta edad, me es difícil entender mí vida sin su presencia.

Come un helado sin quitar la mirada de ese cono que en proporción se ve enorme a su talla, en instantes mira los niños que corren, el perro que se acerca, la señora que grita ofreciendo algodones de azúcar, me pregunta el por que las burbujas flotan, de como se hace una animación, de por que no podemos tener alas como los pajaros que vuelan sobre nosotros y claro, me platica sus planes, será doctor de animales, también construira alas para personas, será un deportista famoso y cuidará de mí cuando sea viejo, mientras escucho esas palabaras el brillo de sus ojos no me deja saber mas ¿Quién soy yo para desmentir sus sueños?¿Quién soy yo para romper esas ilusiones? ilusiones que tuve, tuvimos algún día todos, me dice que quiere un perro, también un videojuego y que compre una bicicleta para que pueda enseñarme como apredió a andar en ella.

Un parque, algunas deslizadas en la resbaladilla, un pasamanos, las huellas en su ropa de una salpicada en una fuente, las rodillas del pantalón con tierra, un raspón en un codo, el cabello alborotado y signos de cansancio es el saldo que dejó el día de hoy, pero aún caminamos en una calle que nos recuerda que el Otoño se va  y que la sudadera no vinó solo a pasear, el viento ya es frío y revolotea junto con las hojas secas que mí pequeño pisa con cuidado mientras disfruta su crujir, miró sus ojos por millonesíma vez, su mirada feliz sin embargo el sueño ya se apodera de ella y por mas que se esfuerza y se talla con sus manos no puede evitarlo, lo tomo en los brazos y apoyo su cabeza en mí hombro, camino por la calle, camino con el frío en el viento camino con su calor en mí pecho, pienso en que su inocencia me hace sentir enorme, inocencia que quisiera nunca le robara el tiempo.

Te amo tres veces en tres años diferentes, te amo y pienso en tí a diario, te amo aunque nunca un nombre te dí, tú amor esta en mí aunque nunca estes conmigo...