"¡Orale güey! no mames, ya deja de chingar", le decía a mí amigo que estaba aventandome papeles mojados mientras yo estaba desechando lo que quedaba del desayuno, haciendole hueco a la comida, "mira cabrón, ya deja de estar jodiendo, dejame cagar a gusto", pero este pendejo era de esos que entre mas les dices que ahí muere, mas siguen fregando, por fín terminé de hacer "caritas" y mientras me aseaba la parte posterior del cuerpo, noté que alguien entraba en el inódoro de al lado las mismas pinches "chanclas", pantalón de mezclilla... a huevo que es este güey, ní siquiera pensé en subirme el pantalón, por instinto de venganza, tomé el bote de los papeles ya usados y los empecé a vaciar por encima del cancel que divide un inódoro de otro y, todavía, ¡Tomala! le sorrajó el bote de basura, apenas lo suelto y se escucha un grito desesperado y previsorio por dondé estaban los lavabos, "¡Rodrigo hay un sr. en el baño de a lado!" cuando en ese precisó momento y después de escucharse un golpe hueco del bote de aluminio golpeando la cabeza del sujeto, se escucha la voz "pujante" y forzada "dejeeeen de estar jugandoooooo".

Salgo desconcertado y miró a mí amigo en los lavabos con cara de susto y le digo "chinga ¿ya ves lo que pasa? estas chingue y chingue cabrón, no mames pareces niño" en eso me doy cuenta que aún tengo los pantalones abajo y salimos del baño a toda prisa mientras me fajó en el camino, llegamos en menos de cinco segundos al estacionamiento y es cuando el susto pasa y la escena se nos repite como si fuera una película muy, pero muy estúpida, la carcajada no se hace esperar, creo que lloré de la risa, pobre sujeto, recibió un baño de papeles llenos de caca y un "botezaso" en la cabeza cuando su único pecado fue tener una necesidad fisiológica.