domingo, 9 de mayo de 2010

Capítulo dos.

-Si quieres hacer reír a dios... cuentale tús planes- 

Una vez mís padres me dijerón esta frase, no hace mucho, cuando estaba justo a la mitad de la preparatoria, mientras discutiamos, les echaba en cara lo que consideraba no habían hecho por mí y les aseguraba que yo nunca cometería sus mismos errores, que nunca  sería una mediocre como ellos que se conformaban con un mismo trabajo, esperar treinta años hasta llegar a una jubilación, una pensión, haciendo lo mismo día tras día, justo fue cuando me interrumpierón con esa frase, la cual ignoré hasta el día de hoy.

Desde la secundaria siempre les decía a mís compañeros que iba a terminar una licenciatura, luego una maestría y un doctorado, trabajaría máximo hasta los cuarenta años y tendría el suficiente dinero para vivir lo que me quedará de vida  tranquila, tal vez me casaría, obvio, déspues de haber probado cuanto y cuantos se me antojaran, viajaría y me diviertiría con mis amigos y tener hijos, por supuesto que no, todo estaba bien estructurado, una vida, mí vida finamente delineada y claro que no eran planes así nada mas entre dientes, ponía de mí parte, aunque el desmadre lo llevaba a "full" nunca descuide la escuela, terminé la secundaria y la preparatoria sin ningún problema, buen promedio y toda la cosa.

Por supuesto entré ilusionada a la universidad, siempre pensando en la carrera que yo consideraba me dejaría el dinero suficiente para cumplir mís sueños, aunque no me gusta, como alguna vez le dijé a Memo, yo quisiera ser escultora ó fotógrafa, pero en la condición y nivel sociocultural que me encuentro es mas que evidente que tendría que ser el doble de buena que cualquier "artista plastico" que tiene los medios y conectes para montar una exposición y ser reconocido, me fuí por algo que me pagaran bien, así que escogí ingeniería en aeronáutica, complicadisíma pero bueno, nada mas hay que agarrar el hilo de las matemáticas, hasta este momento creía que les tapaba la boca a mís padres.

Conocí a Pedro durante una conferencia de uno de mís maestros, me intereso desde que cuestiono al ponente de una manera brutal al grado de hacerlo dudar, su voz me hizó voltear y buscarlo, su pinta de científico intelectual, un porte y personalidad que robaba suspiros, a la salida lo busque con el pretexto de felicitarlo por la pregunta que muchos no se atrevierón a hacer, no pasarón muchos días para que salieramos y jugaramos a ser una pareja, su forma de ver las cosas me cautivaba - No creo en la imposición de algo tan rudimentario como el matrimonio... es la pura manifestación de un sentido de propiedad y pertenencia, no hay nada mejor que la libertad de una relación abierta... El exceso no existe, es solo la envidia del reprimido por no saber controlar las delicias de lo que para ellos es un tabú.- eran ese tipo de réflexiones, las que me hacían sentirme "madura", con un hombre "maduro" ya no era una adolescente, ya no andaba con un chavito por compartir gustos musicales ó por como "fajaba", estaba con un hombre, mí hombre, estaba enamorada.

No llevabamos ní dos meses cuando lo ví besandose con una monita de contaduría, no le reclamé, ní mucho menos terminé con él, únicamente pregunte por que lo había hecho ó en que estaba fallando yo, el simplemente me recordó que eramos personas mayores y que no teníamos ningún compromiso el uno con el otro, así lo había expuesto desde un principio y era algo que yo había aceptado, curiosamente la vez que yo acepté la invitación de Ernesto para ir al cine, me dijó que solo me estaba vengando y que si quería ser una puta estaba bien pero el tenía una imagen que cuidar dentro del círculo escolar.

Hace un mes no sabía que hacer, decirle de mí embarazo ó no, tenía seguridad en que me iba a apoyar y aunque se que de entrada iba a estar muy sorprendido no tardaría en aceptar la idea, mís nervios fuerón de sorpresa, a desilusión, a la tristeza, cuando terminé de darle la noticia, simplemente fue devastador:

 - Pues espero que el responsable ya este conciente de esto, supongo que hasta aquí llegó lo nuestro.

- Pero... es tú hijo, nuestro hijo, no me he acostado con nadie y te constá.

-¡Ah,mira! ¿que te hace pensar eso? no me enjaretes chamacos que no sabes de quién son, además a mí no me consta nada, teníamos una relación abierta y yo no te andaba oliendo los pedos todo el día así que ve y dile al que te lo hizó a mí no me vas a chingar por no saber de quién es, no soy tú pendejo.

No me quedo nada y ahora tengoque aceptar que amo a un patán. cuando Fátima me planteó abortarlo no supé como tomarlo, en mí vida no hay cabida para un hijo, pero tampoco para un aborto, nunca lo contemplé, era algo tan alejado a mí y las veces que me enteré en la prepa que alguien había hecho eso, de pendejas no bajaba a las que lo hacían, ahora me doy cuenta que no lo eran, se necesita mucha decisión y valor, mas cuando te dicen que en algunos casos puedes desangrarte por el efecto de las pastillas.

Ernesto y Fátima me acompañarón a hacer el tramite en un hospital de salubridad, me hicé un ultrasonido que me solicitarón  y una colposcopia de paso, confirmarón que tenía menos de trece semanas y estaba dentro de los parametros para continuar con el procedimiento, cuando el médico revisó la colposcopia me enteré que Pedro me dejó un recuerdo mas duradero, no solo un bebé, también papiloma, Ernesto me acompaño a la dirección del hospital, me dierón el "citotec" esa noche la recordaré por mucho tiempo, tuve unos cólicos espantosos, por un momento llegué a pensar que iba a morir, estuvimos en un hotel cerca del hospital esa noche, por cualquier cosa, Fátima y Ernesto se quedarón conmigo, me quedé dormida casí al amanecer sin embargo un dolor en el vientre me despertó tuve que ir al baño y todo terminó.

Han pasado unos días y no tengo idea de como me siento, me doy cuenta que ese "perfecto planeamiento" de mí vida no ha sido sino un simple espejismo, una ilusión, no me importa dejar ahora la carrera, en realidad si quiero estudiar fotografía y quiero empezar otra vez, me doy cuenta que en la vida de cada persona siempre hay cabida para los errores y no importa cuantos cometas, lo que importa es la forma en como les des la cara,  no tengo idea en como repercutira lo que hicé en mí vida y en mís relaciones venideras, pero sé que hicé lo correcto para mí, a Pedro no tengo nada que reprocharle, aprendí de él, de la peor manera  eso sí,  pero dada mí soberbia supongo que era la única forma que tenía que aprender, ahora no me importa nada mas que hacer lo que me gusta, sin importar el tiempo que me tarde, sin importar que pase treinta años en un mismo empleo.. siempre y cuando me sienta feliz.


2 comentarios:

  1. Yo pase por lo mismo, pero con una forma de patan diferente. Es dificil a veces tener tranquilidad, cuando te sorprendes sola con tus pensamientos, como seria su cara.

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  2. Pues sigo preguntandome lo mismo, por un lado si entiendo, tal vez este igual o peor que tu, pero por otro. Por que siempre, decirlo, te lo van a notar. Y entonces no habra forma de borrarlo

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