sábado, 4 de septiembre de 2010

Felizmente me dirigía rumbo al trabajo de mí novia, iba con buen tiempo y como en otras ocasiones me iba caminando, la noche era bastante fresca, era Junio, once de Junio para ser exacto, estuve esperando unos minutos mientras salía, recordaba que apenas un mes atrás habíamos ido a Toluca un fín de semana y había estado genial, ella salió del trabajo y no sé por que en ese momento la ví de diferente manera.

Mientras subíamos el puente para cruzar la avenida y esperar el pecero le contaba sobre mí amiga que se había fracturado la clavícula y ella con una cara de falsa preocupación me dijó "Ella te necesita, debes estar con ella ahora", esa definitivamente no fue buena señal, así como tampoco lo fue el que me haya pedido un tiempo para... no sé para que, pero me pidio un tiempo, ní tampoco que me mintió cuando me dijó dos fines de semana seguidos que no nos vieramos por que tenía mucho que lavar y mucho que leer.

Estabamos esperando el pecero y así nada mas, de golpe, como si fuera no sé que, me dice "sabes, he encontrado al amor de mí vida... y no eres tu" ¡Madreeeeees! sentí que la sangre me abandono el cuerpo y de repente un frío total arribo en todo mí cuerpo, la boca se me seco y me quedo un sabor amargo, "¿Quién es, es Jésus verdad?" le dijé "No tiene caso que te lo diga, no importa", "¿Piensas que voy a venir a golpearlo?", solo asintió con la cabeza "No soy así y lo sabes no gano nada viniendo a golpear", el camino hacía el camión que iba a tomar ella fue, largo, lento é incomodo, hubiera querido fuera más rápido pero al mismo  tiempo sabía que posiblemente era la última vez que la vería, que podría tocarla, ver sus ojos.

Llegamos a dónde ella tomaba el camión hacía su casa y solo por sacarme el dolor y de puro ardor abrí la boca para decir "Siendo honesto, yo también te fuí desleal en varias ocasiones", "Pero yo no te fuí desleal, no me acosté con él", " Yo sí me acosté con otras personas...cuidate mucho, te amo..." le bese los labios y su mirada de admiración é incredulidad me quedo muy grabada hasta el día de hoy, antes de llegar a casa llamé a un amigo para pedirle que nos vieramos al otro día y fue cuando asimilé lo que había sucedido y comencé a llorar, esa noche tuve una sensación que nunca en la vida había experimentado, sentía que mís entrañas estaba sostenidas del techo y mí cuerpo colgaba de ellas sostenidas unicamente por mí corazón (bastante "gore" la descripción, pero en verdad eso sentía), el día siguiente todo era triste, teníamos planes de vivir juntos é incluso habíamos apartado muebles, pero la felicidad iluminó mí rostro cuando abrierón la mueblería y despues de contar mí triste historia a la gerente y poner una cara natural de perrito en abandono, ella accedió a regresarme el dinero que había dado.

Fue difícil las primeras semanas sin embargo, poco a poco su imagen, voz y demás cosas que creía amar, se borrarón hasta llegar a ser solo una experiencia, una experiencia de como no deben de manejarse y entregarse los sentimientos hacía las personas que temen amar.


Hay 2 días en la vida, para los que no nací...

2 momentos en la vida que no existen para mí...

Ciertas cosas en la vida, no se hicieron para mí...

hay 2 días en la vida, para los que no nací.

El primero de esos días, fue cuando te conocí,

me atraparon tus mentiras y me enamoré de tí.

Del camelo de tus risas, de tus ganas de vivir...

de la crueldad de tus caricias, por las que creí morir.

Hay 2 días en la vida, para los que no nací...

2 momentos en la vida que no existen para mí...

Ciertas cosas en la vida, no se hicieron para mí...

hay 2 días en la vida, para los que no nací.

El segundo de esos días, fue justo el que te perdí...

se fue tu cara bonita, y mis ganas de vivir...

Se acabaron tus mentiras y de todo aprendí...

que hay dos días en la vida, para los que no nací.

Hay 2 días en la vida, para los que no nací...

2 momentos en la vida que no existen para mí...

Ciertas cosas en la vida, no se hicieron para mí...

hay 2 días en la vida, para los que no nací.

Me tragué todo el veneno, el que llevaban tus besos...

me empapé del sufrimiento, que escondía tu sonrisa.

Descubrí que con el tiempo, me perdí todo el respeto

compraste mis sentimientos, con tus labios de carmín.

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